El genio de las finanzas apeló a una serie de reglas que le permitieron alcanzar el éxito a partir de una operación de apenas u$s100. Sin embargo, los especialistas aseguran que son pocos los hombres de negocios que pueden aplicarlas exitosamente
Uno de los hombres más rico del mundo, Warren Buffet, enumeró los 20 principios básicos que posibilitaron gran parte de su éxito. Pero, aunque estas indicaciones para invertir y ganar en la bolsa parecen sencillas a simple vista, los especialistas aseguran que son pocos quienes pueden seguirlos y aplicarlos con éxito.
Buffet es un inversor que hizo su fortuna solamente comprando y vendiendo acciones y que hoy es la persona más influyente del mercado financiero estadounidense.
Este genio de las finanzas compró su primera acción a los once años, aunque dice que se arrepiente de haberlo hecho "tan tarde". A los 14 adquirió una pequeña granja con los ahorros que consiguió repartiendo periódicos y aún vive en la misma casa de tres dormitorios en Omaha, que compró hace 50 años cuando se casó.
Esas fueron parte de sus claves para convertirse en millonario, tal como lo reveló en una reciente entrevista a la CNBC.
Según los operadores, Buffet, hoy conocido como "el oráculo de Omaha", empezó a operar con u$s100 propios y llegó hoy a una fortuna de u$s52 mil millones. Básicamente, las veinte reglas de su éxito, fueron:
Nunca invierta en un negocio que no pueda entender, como tecnologías complicadas.
Si no puede ver caer un 50% su inversión sin pánico, no invierta en el mercado de valores.
No intente predecir la dirección del mercado de valores, la economía, los tipos de interés o las elecciones.
Compre compañías con buen historial de beneficios y posición dominante de mercado.
Sea temeroso cuando otros son codiciosos y viceversa.
El optimismo es el enemigo del comprador racional.
La capacidad de decir "no" es una enorme ventaja para un inversor.
Gran parte de éxito puede atribuirse a la inactividad. La mayoría de los inversores no resiste la tentación de comprar y vender constantemente, pero la piedra angular debe ser el letargo, bordeando la pereza.
Las oscilaciones salvajes de precios están más relacionadas al comportamiento de los inversores que a los resultados empresarios.
Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores. No es necesario hacer algo extraordinario para conseguir resultados excelentes.
No tome seriamente los resultados anuales, sino los promedios de cuatro o cinco años.
Céntrese en el retorno de la inversión (no en las ganancias por acción), el nivel de endeudamiento y los márgenes de beneficio.
Invierta siempre a largo plazo.
Es absurdo el consejo de que "nunca se quiebra tomando un beneficio".
Recuerde siempre que el mercado de valores es maníaco-depresivo.
Compre un negocio, no alquile las acciones.
Busque empresas con mercados amplios, fuerte imagen de marca y consumidores fieles, como Gillete o Coca Cola.
También son interesantes algunas compañías con marcas consolidadas pero que están infravaloradas por dificultades transitorias. Para buscar estas oportunidades, deben aprovecharse los mercados bajistas.
Busque compañías con gran capacidad de generación de efectivo y que, una vez en marcha, no necesiten grandes reinversiones.
Mientras más absurdo sea el comportamiento del mercado, mejor será la oportunidad para el inversor metódico.
En Estados Unidos aseguran que de todas estas reglas, la más exitosa para Buffet fue la del "value investing": comprar compañías infravaloradas (pero con buen historial, ventajas competitivas e imagen de marca consolidada) y esperar hasta que crezca nuevamente su patrimonio.
Con esta meta, Buffet aprovechó los mercados bajistas para buscar buenas empresas con dificultades transitorias, analizando cuidadosamente la información financiera y el precio en relación a los valores históricos.
En su análisis, siempre puso especial énfasis en el "Book Value Per Share" (valor en libros por acción), el ROE (Return On Equity) y el nivel de endeudamiento de la empresa.
A su vez, en la entrevista concebida recientemente a la CNBC Buffet dio detalles de su filosofía de vida y cómo logró convertirse en multimillonario:
Sostiene que tiene todo lo que necesita en su casa, la que compró hace 50 años. Allí no tiene ni rejas.
No tiene chofer, maneja su propio auto y tampoco cuenta con personal de seguridad.
Jamás viaja en aviones privados, a pesar de ser dueño de la compañía aérea de jets privados más grande del mundo.
Su empresa Berkshire Hathaway es dueña de 63 compañías.
Le escribe una carta por año a cada CEO de las empresas deseándoles buenos augurios para el año próximo.
Jamás mantienen reuniones ni los llama regularmente por teléfono.
Les dio dos únicas reglas a sus directivos. Número uno: nunca perder plata de los accionistas, y número dos: nunca se olvide la regla número uno.
No socializa con la clase alta. Su pasatiempo cuando llega a su casa es prepararse pochoclo y mirar televisión.
No usa celular ni computadora. Cuando le preguntaron qué recomendaciones les daría a los jóvenes respondió con las siguientes reglas:
Aléjense de las tarjetas de crédito y sus ahorros inviértanlos en ustedes mismos y recuerden lo siguiente: el dinero no crea al hombre, es el hombre el que crea el dinero.
Vive tu vida tan simple como eres.
No hagas lo que otros te digan, sólo escúchalos. Sólo haz aquello que te haga sentir bien.
No uses cosas por sus marcas, sólo usa aquello que te haga sentir cómodo.
No gastes tu dinero en cosas innecesarias, gástalo en cosas que realmente necesites.
Después de todo es tu vida, por qué darle la oportunidad a otros de que te la manejen.
El hombre en cuestión nació en 1930 en Omaha, Estados Unidos, y desde niño aprendió el funcionamiento de las altas finanzas ya que su padre era un broker. Estudió en las universidades de Wharton y Columbia para luego comenzar su carrera como vendedor de inversiones y analista de Bolsa en la firma de su padre.
En 1965 adquirió la firma textil Berkshire Hathaway y comenzó a invertir en compañías de seguros. En los últimos 37 años, sus inversiones generaron una renta media de 22 por ciento.
El año pasado, Buffet decidió donar 85% de su fortuna a instituciones benéficas y, entre estas donaciones, le otorgó u$s31.000 millones a la fundación del matrimonio Gates.
El señor Buffett declaró que virtualmente toda su fortuna pasará a la Fundación Buffett. Se opone al principio de transferir grandes fortunas de una generación a otra.
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