BlackRock: "No va a estallar la burbuja de la renta fija, la demanda aún excede la oferta"



Rick Rieder, el director de inversión en renta fija para BlackRock, reconoce a elEconomista que a medida que la Reserva Federal empieza a normalizar los tipos, ciertos lugares, como algunos mercados emergentes, pueden ofrecer algunas oportunidades tácticas, dada la dificultad actual de generar rendimientos positivos.

Entre algunos ejemplos, destacan México, India e Indonesia, donde los rendimientos son atractivos en relación a la distorsión que viven las economías avanzadas por las compras de los distintos bancos centrales. En Estados Unidos, Rieder se decanta por bonos municipales a largo plazo y productos hipotecarios comerciales con buenos fundamentos.

Durante su repaso junto a este periódico, Rieder estima que el mayor riesgo para la renta fija es la vuelta a la normalidad, es decir, el momento en que las tasas regresan a su punto de equilibrio. Pese a que esto no ocurrirá inmediatamente, dada la distorsión de las políticas monetarias del Banco de Japón o el Banco Central Europeo, un paso en falso podría ser fatal. "Existe la esperanza de que los bancos centrales serán capaces de diseñar un aterrizaje suave hacia la normalización de los tipos" explica. Sin embargo, estima que "esto es difícil de conseguir", ya que no existen gran cantidad de precedentes donde se haya evitado un descenso abrupto.

Durante los últimos meses, la rumorología en el mercado habla de una posible burbuja en la renta fija ¿cree que los temores son exagerados?

Por lo general lo que hace estallar las burbujas es una oferta excesiva con respecto a la demanda. La dinámica actual es exactamente inversa. Lo que está ocurriendo es que la población mundial que envejece está demandando ingresos y buscando productos de renta fija en un momento en que la economía global continúa desapalancándose y emitiendo menos deuda.

Es por ello que existe demasiada demanda en relación con la oferta y esto ejerce una presión a la baja sobre la rentabilidad. Estamos en una situación en la que durante los próximos años, la demanda continuará siendo fuerte y la oferta va a ser extremadamente baja, sobre todo con las últimas acciones del Banco Central Europeo en mente.

No creo que estemos en una burbuja. Creo que las tasas pueden subir moderadamente pero no existen las condiciones para una burbuja porque la demanda en renta fija excede la oferta, justo lo contrario de lo que normalmente crea condiciones para un sobrecalentamiento de activos.

Después de las mejoras en la economía de EEUU, ¿cuándo comenzará la Reserva Federal a endurecer su política monetaria y qué impacto tendrá sobre la renta fija?

Existe un consenso de que la Fed subirá las tasas de referencia, bien en junio o bien en septiembre. A día de hoy, la probabilidad es ligeramente mayor de que esto ocurra en junio. Cuando esto ocurra pensamos que las tasas de interés a corto plazo podrían comenzar lentamente a subir entre 50 y 75 puntos básicos mientras que el impacto sobre los intereses a largo plazo será más contenido, ya que la rentabilidad del bono a 10 años podría subir hasta 25 puntos básicos. Esperamos que el bono del Tesoro a 10 años termine el año con una rentabilidad entre el 2,25 y el 2,50 por ciento. Sin embargo, dados los riesgos geopolíticos, como Grecia o Rusia, los intereses podrían sufrir una tendencia a la baja desde estos niveles.

¿Cuál es el atractivo de tener en cartera bonos del Tesoro de EEUU a 10 años si la rentabilidad no parece despegar?

Con los bonos alemanes en 32 puntos básicos y los bonos públicos japoneses a 10 años en 32 puntos básicos, los bonos del Tesoro de EEUU a un 2 por ciento parecen muy baratos tanto en términos relativos como históricos. Dicho esto, en otras partes del mundo, la situación se apoya en la enorme demanda o, mejor dicho, en la tremenda compra de activos por parte de los bancos centrales, mientras que la Fed está a punto de normalizar las tasas interés. No hay duda que existe la posibilidad de que el diferencial entre esas regiones sigue aumentando.

A medida que la Fed se prepara para la subida de tipos y el Banco Central Europeo arranca su compra de bonos del tesoro, ¿cuál es su perspectiva sobre la deuda de la periferia europea, especialmente la española?

España es una región donde el crecimiento ha sido bastante fuerte en relación con el resto de Europa. Lo vemos como una historia positiva y encontramos atractivo en estos momentos en relación con Italia y Portugal, pero a largo plazo, lo vemos como una oportunidad de inversión menos convincente. En términos de valor relativo en comparación con otras regiones de Europa, actualmente nos gustan los bonos españoles porque creemos que el BCE comprará enormes cantidades de bonos.

Portugal también se ha comportado muy bien recientemente y el diferencial entre España y Portugal es tal que España se ve atractivo, incluso en relación con su vecino luso. Por lo tanto, nos gustan los bonos españoles en estos momentos. Más a largo plazo, sin embargo, los vemos menos atractivos dado que estos rendimientos obviamente están siendo distorsionados por la política agresiva del BCE.

En algunas partes de Europa ya estamos viendo una rentabilidad negativa, ¿qué consecuencias tendrá este contexto y hasta cuándo espera que dure?

Los rendimientos negativos no pueden ser permanentes y llegará el momento en que las tasas se moverán hacia su punto de equilibrio. Sin embargo, habrá volatilidad, ya que en Europa, la política agresiva que impulsará los rendimientos a cero o a terreno negativo no ha comenzado todavía.

Así que, en algún momento, veremos una tremenda volatilidad a medida que las tasas se acercan de nuevo hacia su punto de equilibrio, pero esto tardará aún algún tiempo en ocurrir. Esperemos que, cuando esto suceda, las economías en cuestión hayan conseguido sanearse y la inflación se encuentre en unos niveles razonables.