Un inversor puede tener invertido su riqueza en distintos activos, pudiendo estar en liquidez, inmuebles, depósitos bancarios, bonos, renta fija, en empresas familiares o en bolsa.
La rentabilidad esperada va en función del riesgo que se este dispuesto asumir. Digo rentabilidad esperada porque nadie sabe que rentabilidad va a tener.
El riesgo en finanzas se suele medir por la volatilidad, aunque para un inversor tiene que verlo como que es lo peor que puede pasar en el futuro y cuanto tiempo tengo que tardar en recuperar mi inversión.
Ejemplo:
1.Tengo una cuenta bancaria en el banco ING, BBVA, La Caixa o el Banco Pepito, yo puedo disponer de ese dinero inmediatamente. No tengo riesgo que se deprecie nominalmente (dejemos aparte la inflación). Rentabilidad estimada es un 0%.
2.Tengo un Apartamento en Marbella que lo alquilo para mantener los gastos de comunidad, reparaciones, e IBI, es decir la rentabilidad es por ejemplo el 3% después de impuesto.
El riesgo es que si necesito el dinero puedo tardar meses o años en venderlo para no tener una perdida de el valor que tengo. La rentabilidad estimada es un 3%
3.Soy accionista de un Bar con mi primo Pepito que me ofrece una rentabilidad del 15% cada año, invertí 200 mil euros, pero yo no trabajo. Me ofrece una rentabilidad después de impuestos de 30 mil euros. Rentabilidad estimada del 15%
4.Tengo acciones del Banco Santander que espero que me ofrezcan una rentabilidad entre dividendos y revalorización del 8% anual lo próximos años. Rentabilidad estimada del 8%.
De todos los activos que hemos comentado el riesgo va en función de la rentabilidad esperada a más riesgo más posible ganancia:
1. Depósito: No tiene riesgo, rentabilidad real 0% (suponiendo que no es posible que quiebre el banco y si ocurriera el Estado nos devolvería el deposito)
2. Inmueble: Riesgo bajo, rentabilidad esperada 3%
3. Acciones Santander: Riesgo alto, rentabilidad esperada 8%
4. Bar. Riesgo alto, rentabilidad esperada 15% (el bar tiene riesgo alto si hay socios, competencia, alquileres, personal, crisis económica)
También hay que diferenciar entre activos líquidos e ilíquidos.
Un activo líquido es aquel que puedo venderlo inmediatamente sin influir en el precio de la transacción, por ejemplo:
Sacar el depósito o vender acciones del Banco Santander (no influyo en el precio a no ser que venda 500 millones de euros en un día). Al ser activos líquidos tengo menos riesgo y por ello la rentabilidad esperada es menor.
Un activo íliquido:
es aquel que es difícil de vender rápidamente si afectar al precio. Si quiero vender mi parte del Bar rápidamente la venderé por menos de la mitad de lo que invertí, lo mismo pasa si quiero vender el apartamento de Marbella (pongo un precio, sino lo vendo voy rebajando un 1% semanalmente hasta que lo venda).
Por lo tanto la liquidez se va invertir en productos sin rentabilidad o en mercados financieros de productos que son líquidos y regulados, en mercados organizados como es la Bolsa.
Como hemos visto un inversor recurre siempre a invertir en activos financieros donde espera una rentabilidad superior a la inflación, y de los pocos activos que existen que consiguen superarla a largo plazo son los índices bursátiles, la bolsa no supera la inflación, solo las mejores empresas que conforman un índice en su conjunto consiguen superar la inflación.
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